¿Quién puede ser beneficiario del seguro de vida?

Cada póliza de seguro de vida requiere la designación de un beneficiario. Un beneficiario es la persona que recibe la prestación de la póliza del seguro de vida en el caso de que tú fallezcas.

El beneficiario puede ser:

  • Una persona
  • Varias personas
  • Un patrimonio
  • Un fideicomiso
  • Una entidad benéfica

Consejos para designar al beneficiario del seguro de vida

Estas son algunas cuestiones básicas que debes tener en cuenta al designar al beneficiario de tu póliza, además de unos consejitos útiles:

  • Puedes designar a más de un beneficiario. Puedes designar a un beneficiario, a dos o a varios. Por lo general, te preguntarán qué porcentaje de la prestación quieres destinar a cada persona. Por ejemplo, podrías destinar un 70 % a tu cónyuge y un 30 % a un hijo adulto.
  • Asegúrate de incluir a un segundo beneficiario. Sería un beneficiario accesorio o contingente como respaldo. Esta persona cobra el seguro de vida si el beneficiario principal ha fallecido en el momento del pago de la prestación.
  • Sé específico con los nombres. Lo ideal es hacer una lista con el nombre y el número de seguridad social de cada beneficiario en vez de escribir algo genérico como “mis hijos”. Esto evitará confusiones y acelerará el proceso de pago.
  • Mantén informados a los beneficiarios. Cuéntales tus planes a los beneficiarios del seguro de vida y dales una copia de la póliza.
  • Revisa tu póliza de seguro de vida y a los beneficiarios una vez al año. Además de revisar la póliza anualmente, es recomendable reconsiderarla después de cualquier cambio importante como un casamiento, un nacimiento, un divorcio o una muerte.

Consideraciones especiales sobre los beneficiarios

Ten muy presentes las siguientes consideraciones especiales al designar a un beneficiario.

  • Estudia detalladamente cómo mantendrías a un menor. La manutención de los hijos es el motivo principal por el cual las personas contratan seguros de vida. La mayoría de las personas designan como beneficiario al padre, madre o pareja sobreviviente, con la idea de que la prestación los ayudará a cubrir los costos de la crianza. Pero puede que no puedas hacerlo si has enviudado o si tu cónyuge o pareja muere al mismo tiempo que tú. En situaciones como esta, lo mejor es designar como beneficiario a un custodio adulto de suma confianza o hablar con un abogado para crear un fideicomiso que administre y distribuya los fondos. Hagas lo que hagas, no designes jamás a un hijo como beneficiario. La ley prohíbe que los menores reciban prestaciones de seguros de vida hasta la mayoría de edad, a los 18 o los 21 años, según el estado.
  • Si tienes un hijo con discapacidad o necesidades especiales, consúltalo con un abogado. Para un hijo con discapacidad o necesidades especiales, te conviene planificar un seguro de vida que no afecte su elegibilidad para ciertos programas gubernamentales como Medicaid. La mejor forma de hacerlo es hablar con un abogado para crear un fideicomiso en beneficio del menor.
  • Evita designar como beneficiario a tu patrimonio. Designar como beneficiario a tu patrimonio es una pésima idea porque acarrea un engorroso proceso legal (potencialmente muy costoso) denominado validación testamentaria. Por ello, conviene designar como beneficiario a una persona, a varias o a una organización.
  • Existen varias formas de contribuir a una entidad benéfica. Dejar dinero a una organización sin fines de lucro es uno de los tantos motivos por los que las personas contratan pólizas de seguros de vida. Existen cuatro formas de contribuir a una entidad benéfica: puedes designarla como beneficiario; puedes tomar una póliza de seguro de vida a su nombre y designarla como beneficiario; puedes agregar un endoso de donación caritativa; o puedes trabajar con una fundación comunitaria.
  • Obtén asistencia en situaciones especiales. Puede haber consecuencias fiscales y otros problemas si el titular de la póliza y el asegurado no son la misma persona. Sucede lo mismo si vives en un estado con régimen de bienes gananciales y no designas como beneficiario a tu cónyuge. Asesórate con tu agente de seguros o tu abogado para evitar confusiones.

Ponte en contacto con un agente de seguros acreditado que te explique todo el proceso y te ayude a designar a los beneficiarios y con los demás aspectos de la póliza. Si no tienes un agente o asesor con quien hablar, puedes usar nuestro buscador de agentes. También puedes hablar directamente con una compañía de seguros. Estos son los socios comerciales que apoyan nuestra misión sin fines de lucro y pueden ayudarte a contratar una cobertura directamente o a través de uno de sus agentes o asesores. La clave es dar el paso hoy mismo.

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